Último Amanecer caribeño,
que Vigoroso, vas transformando
Con Colores mas diversos
Pincelando con tu firma
Cada rincón del firmamento.
Tu mirada no se apaga
Queda en mí sin que lo pida
Tu impotencia taciturna.
Grabado a fuego en mis retinas
Arriba oscuro, azul marino
Salpicado con ya tenues
Estrellitas titilantes que
De la noche en huida.
Hacia al frente en degrade
Azul claro, ya celeste
Sobrevuelan mansamente
Grises nubes, golondrinas.
Ya centrando al horizonte
Dueño y amo de lo cielos
Emergiendo lentamente
Luz brillante, diría que ámbar
Coronado en rojo fuego.
Mientras...
El mar, en total pasividad
Despojado de sus olas, hace tiempo
Devuelve colorido y estirado
Majestoso su reflejo
Y en un lento pestañear
Sin poder dar cuenta de ello
Has subido al firmamento
Y si había ya no queda
Nada oscuro en este cielo.
Así son nuestras mañanas
Amor mío, en Punta Cana
Playa y sol, arena blanca
Nada mas. Nada menos.
Eduardo Baas.-
15-abr-2017
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