Carlos Alberto
Junquet.
Nació
en una familia de trabajadores un 14 de febrero de 1945, en el barrio porteño de
Liniers (Capital Federal). De joven mostró inclinación por el deporte, y se
destacó en el Club Liniers en el equipo de básquet.
Su
educación formal se vio interrumpida cuando cursaba el secundario en la Escuela
Jorge Newbery para comenzar a trabajar. No obstante ello, su formación
autodidacta y habida lectura de libros diversos, pero mayormente filosofía,
política y derecho laboral, le permitió desenvolverse con soltura en diferentes
ámbitos, incluso institucionales.
Fue,
entre otras cosas taxista, camionero, colectivero, comerciante, incluso trabajó
brevemente en pozos de petróleo en el sur, pero muchos recuerdan su paso por el
sindicalismo de los años ochenta, su militancia política y sobre todo, su aporte
al movimiento fomentista de Ituzaingó.
Su
paso por el sindicalismo.
A
principios de los años ochenta, cuando todavía el país se encontraba bajo el
yugo de la dictadura militar, mostró un interés por la defensa
de los derechos de sus compañeros trabajadores, y a pesar del riesgo que ello
significaba, comenzó a militar en la UTA (Unión Tranviarios Automotor). Ya en
democracia, fue electo delegado, y formó parte de la primer Comisión Directiva
electa en democracia del sindicato, ejerciendo el cargo de pro-tesorero. Concluido el periodo del mandato y en medio de diferencias eticas e ideologicas irreconciliables con la cupula que se enquistaría los siguientes 20 años en la conducción del gremio, Carlos se alejo definitivamente.
El
fomentismo.
En
1986 se mudó a Ituzaingo, lugar al que adoptaría como lugar para vivir, y
amaría para siempre.
Fue
de la mano de otro fomentista y tio, Osvaldo Camarotta, con quien dio sus primeros
pasos en la Sociedad de Fomento San Alberto, a la que tiempo después como
presidente representaría activamente en la vida institucional de las sociedades
intermedias de Ituzaingó, por ejemplo en los “foros de seguridad”, entre otras.
Durante
más de veinte años, Carlos Alberto Junquet fue un líder fomentista reconocido,
escuchado por sus pares, y respetado por autoridades y funcionarios.
Su
pasión por la política.
En
la vida política se caracterizó por ser carismático, su conocimiento de las
necesidades de la gente de a pie, locuacidad innata y capacidad para entender
las coyunturas. Su especialidad, era el análisis político de los
acontecimientos, y muchos lo convirtieron en un referente. Pero otras cualidades fueron su inmensa generosidad, y absoluta falta de ambición
personal, razón por la cual nunca pretendió a cargos ni puestos.
Un
hombre de familia
En
lo personal, Carlos fue un padre comprensivo y cariñoso, un abuelo adorable,
amado compañero y esposo, un compinche de su hermana -aun a la distancia-. Le gustaban las reuniones familiares, sentarse en la cabecera de la mesa, usar siempre su cuchillo, llevar a Lucy el desayuno a la cama, la picada...
Para sus amigos siempre tuvo tiempo, ya sea
para escuchar o acompañar, café de por medio. Disfrutaba y promovia las tertulias en los bares.
La madrugada del 6 de mayo de 2013, repentinamente y para sorpresa de todos,
luego de la habitual cena familiar, Carlos fallece, dejando un vacío mayúsculo
en toda la familia y amigos cercanos, que cuesta llenar, a pesar de los
hermosos y adorables recuerdos que nos dejó.
Eduardo.-
(N del R: Viejo, todos te vamos a extrañar, Gracias por TODO.)
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